lunes, 17 de octubre de 2016

Calle misantropía


En su Calle Melancolía, Joaquín Sabina decía que…el barrio donde habito no es ninguna pradera, desolado paisaje de antenas y de cables. Cada vez que transito por mi ciudad me acuerdo de esa canción, y no por los cales y antenas, que los hay pero no molestan, sino por los carriles bici, los siempre simpáticos ciclistas y esos tipos que llaman runners, todos juntos corriendo, empujando y molestando en general. Y como su terrible invasión es cada vez mayor, uno pasa de la melancolía a la depresión sin solución de continuidad, y de ahí al asco más grande que siempre desemboca en la misantropía. Desde aquí reivindico, somos una minoría silenciosa, un carril misántropos. Qué menos.

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